miércoles, 26 de diciembre de 2012

SOBRE EL AMOR. Por Sampiac




SOBRE EL AMOR. Por Sampiac

¿Cómo se perfecciona el amor?
El amor se perfecciona en el perdón, madura en la comprensión, vive en la tolerancia y se alimenta en la compasión y caridad. No hay amor sin misericordia, y ello nos lo esta confirmando la esencia de esta huma­nidad terrestre. Y de nada sirve saberlo, hay que vi­venciarlo. Sólo la experimentación permitirá el acceso a lo esencial.
Vivan y descubran el verdadero rostro del amor que existe potencialmente en ustedes, y el os llenara y col­mara, haciéndoles sentir como un panal de miel inagotable, del cual todos podrán extraer y siempre habrá mas para dar y compartir.
El amor verdadero no tiene por que agotarse sino que tiende a reproducirse. Cuanto más da, mas tiene para dar... Se retroalimenta.
Si vuestra vida se hace amor, todo cuanto hagan estará marcado y envuelto de dicha fuerza. Y no tengan temor a las consecuencias que trae el amor, porque con el habrán incursionado en el verdadero propósito de la existencia; y aunque se despierte una fuerza violenta contraria de oposición, esto sólo lograra coronar de éxito vuestra experiencia de amar.

¿Qué tanto puede el amor cambiar a una per­sona?
El amor los transformará lentamente, como el escul­tor a su escultura, extrayendo la esencia oculta en lo profundo de la roca, y hará de vuestras existencias luz, para ustedes mismos y los demos. Y la luz de vuestro amor os protegerá y los ayudará a incrementar su ca­pacidad de dar.
El verdadero amor los motivará a hallar el valioso diamante que yace escondido en el carbón de vuestro interior.

¿Qué podemos esperar del amor?
Que transforme vuestras existencias y modifique vuestro entorno. Porque para el amor no hay limites.
El amor significa conocimiento con comprensión, trato con tolerancia y esperanza con paciencia. El amor es el comienzo de una convivencia fraterna, sin egoísmo, sin enojos ni arbitrariedades. El amor se manifies­ta fundamentalmente como justicia y equidad.
Dad al que tiene y al que no tiene, pues todos nece­sitan de este amor en mayor o menor medida. Pero solo den de lo que el otro necesita y no necesariamente lo que el otro les pide, porque allí está la verdadera caridad, en el amar con discernimiento y conciencia despierta.
Tomado de Mensajeros del Cosmos de Sixto Paz

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