SOBRE EL AMOR. Por Sampiac
¿Cómo se
perfecciona el amor?
El amor se perfecciona en el perdón, madura en la comprensión, vive en la
tolerancia y se alimenta en la compasión y caridad. No hay amor sin
misericordia, y ello nos lo esta confirmando la esencia de esta humanidad terrestre.
Y de nada sirve saberlo, hay que vivenciarlo. Sólo la experimentación
permitirá el acceso a lo esencial.
Vivan y descubran el verdadero rostro del amor que existe potencialmente
en ustedes, y el os llenara y colmara, haciéndoles sentir como un panal de
miel inagotable, del cual todos podrán extraer y siempre habrá mas para dar y
compartir.
El amor verdadero no tiene por que agotarse sino que tiende a
reproducirse. Cuanto más da, mas tiene para dar... Se retroalimenta.
Si vuestra
vida se hace amor, todo cuanto hagan estará marcado y envuelto de dicha fuerza.
Y no tengan temor a las consecuencias que trae el amor, porque con el habrán
incursionado en el verdadero propósito de la existencia; y aunque se despierte
una fuerza violenta contraria de oposición, esto sólo lograra coronar de éxito
vuestra experiencia de amar.
¿Qué tanto puede el amor cambiar a una persona?
El amor los transformará lentamente, como el
escultor a su escultura, extrayendo la esencia oculta en lo profundo de la
roca, y hará de vuestras existencias luz, para ustedes mismos y los demos. Y la
luz de vuestro amor os protegerá y los ayudará a incrementar su capacidad de
dar.
El verdadero
amor los motivará a hallar el valioso diamante que yace escondido en el carbón
de vuestro interior.
¿Qué podemos esperar del amor?
Que transforme vuestras existencias y
modifique vuestro entorno. Porque para el amor no hay limites.
El amor significa conocimiento con comprensión, trato con tolerancia y
esperanza con paciencia. El amor es el comienzo de una convivencia fraterna,
sin egoísmo, sin enojos ni arbitrariedades. El amor se manifiesta
fundamentalmente como justicia y equidad.
Dad al que tiene y al que no tiene, pues todos necesitan de este amor en
mayor o menor medida. Pero solo den de lo que el otro necesita y no
necesariamente lo que el otro les pide, porque allí está la verdadera caridad,
en el amar con discernimiento y conciencia despierta.
Tomado de Mensajeros del Cosmos de Sixto Paz